Interminable.

domingo

Estas cosas resultan al no tener talento y estar enamorada.

Mala Señal

miércoles

Ahora lo recuerdo, fué hace 76 días.
Golpeaste la puerta a una hora que se supone no debías estar ahí.
Miré confundida hacia la pequeña ventana y vi que me señalabas.
Caminé por el pasillo.
Antes de girar la manilla te miré y vi tu sonrisa,
creo que por primera vez.
Aún no abría por completo y ya escuchaba tu voz,
decías ansioso: "la encontré, la encontré"
y me pedías entrar para mostrar que no mentías.
Fue en ese instante... mientras cerraba la puerta a tus espaldas,
cuando noté que habías arruinado el placer de estar sola.

Viene a pedir mi mano viene...

martes

La cortina de la micro molestaba más que de costumbre. Luché contra ella, cerca de
cinco cuadras, pero fue imposible. Me resigné. El inútil pedazo de tela descompuso mi animo (no lo vean como un logro, suele ocurrir con facilidad). Cuando quise cambiarme de lugar, fue tarde. Un señor se sentaba a mi lado y me obligaba a estar más cerca aún, del inmundo retazo azul.
Música, necesitaba oír música, para ignorar la tonta cortina y al hombre cargado de bolsas a mi lado. Ubico los audífonos, enciendo el reproductor y suena Damien Rice con el tema principal de Closer. Es perfecto, pero no, no quiero eso, quiero oír “Radio”.
Cambio a FM y me detengo en el 91.7... Acid Bar, Rodrigo Guendelman y María Gracia Subercaseaux. Irónicamente, sonaba la “cortina“ que da inicio al programa. Ellos, tan correctos como siempre, presentan a la invitada del día, María Francisca Acevedo, recuerdo bien el nombre porque en el colegio tuve una compañera que se llamaba igual, en una de esas era ella, no sé. La dama era nada de menos que una “coordinadora de bodas” o como ella misma se presentó, una “Wedding Planner”. Su labor consiste en organizar desde la postura de argollas hasta la luna de miel, preocupada por detalles tan insólitos, como mandar en radiotaxi a los ebrios en cada celebración o acondicionar cuartos con videojuegos para los aburridos adolescentes que asisten a una boda.
Escuché durante media hora muy atenta. Era tal la cantidad de detalles que se requieren para planificar lo que algunos llaman: “el día más feliz de sus vidas”, que estuve fascinada y sorprendida escuchando.
La experta contaba que en una ocasión tuvo que organizar una petición de matrimonio muy excéntrica. Cierta pareja era fanática de la pantomima y el caballero en cuestión no era capaz de enfrentar a su novia para hacerle la gran pregunta, así que decidió contactar a la organizadora, quien llevó un mimo a la oficina de la novia, el que actuó todo el cursi proceso de petición de matrimonio, entregando finalmente el anillo, mientras la mujer no dejaba de llorar. Después de escuchar el relato anterior, comparto con María Gracia el desacuerdo de incluir a terceras personas en algo tan intimo como la petición de matrimonio, pero cada cual con sus gustos.
Pasaron los minutos y continúo sorprendiéndome con la conversación, estoy en eso cuando un mensaje de texto hace vibrar mi mochila, lo leo; es mi hermana haciendo un encargo, pero ya es tarde, voy en la micro. Me quedo con el teléfono en la mano.
El programa está por terminar y sigo atenta, ya olvidé la cortina y al señor de las bolsas, solo me distrae la risa de dos colegialas que van en el asiento trasero, pero nada quita mi atención puesta en los tres personajes sonando en mis oídos. La historia continúa y la organizadora señala que está acostumbrada a trabajar con gente de estrato social muy alto, mientras relata detalles de la obtención de los mejores proveedores para sus “eventos”, además de contar que está de moda servir bebidas energéticas en los matrimonios y así asegurar la cuerda de los invitados, durante toda la noche.
Siguen hablando y Guendelman inicia una charla: “María Francisca, si alguno de nuestros auditores te quisiera contactar, ¿cómo lo puede hacer?”. Antes que ella responda, me apuro en desbloquear el teclado de mi celular y me preparo para anotar, no consigo hacerlo rápido y me pierdo los últimos cuatro dígitos. Le piden que lo repita y logro completarlo. El programa finaliza, sigo en el teléfono, voy al menú guardar y anoto: Wedding Planner. Aún no termino de escribirlo, cuando el señor de las bolsas se pone de pie y me saca del trance. Muevo la cortina, miro por la ventana y veo pasar el anaranjado tren. Vuelvo adentro, la pantalla dice: Guardado!. Recién ahí lo noté, estuve poseída durante media hora y por segundos, un extraño impulso me hizo creer que alguna vez necesitaría ese número.
Las risas de las niñas de atrás me hacen sentir ridícula, como si lo hicieran por mí. Creo que nunca me he imaginado protagonista de una boda. Apago el reproductor, lo guardo. En la radio de la micro suena Juan Luis Guerra, ya sabrán cual tema. Cierro la cortina y me apoyo en la ventana. Dos cuadras después me bajo, sintiéndome más soltera que nunca.



Por si acaso:
María Francisca Acevedo
Wedding Planner
9-2345319

Inmovilizaciones del 11 de Septiembre

miércoles


Día emblemático. Una mañana del 2006.


Comencé mal. La micro que rutinariamente debía detenerse y llevarme a tiempo a clases, no lo hizo. Mal presagio. Gasto extra al tomar colectivo, todo por llegar a tiempo a la clase de Tito y entregar la crónica que más me ha costado terminar. San Borges, espero su aprobación.
Otra mañana como muchas, pero tarde como pocas. Hasta medio día todo era normal, después de la segunda clase de la mañana, la rutina de siempre: Desayuno colectivo en "nuestra cafetería" y cuando digo nuestra, no exagero. Lo más probable es que hayamos estado sentados ahí, unas pocas veces más que frente a los viejos computadores del laboratorio, donde todos nos odian por hablar a destajo sin problemas, como siendo los únicos en la sala. Momento solo comparable a los descansos en nuestro mítico sillón frente a la secretaría. Ese pedazo de espuma, merece sin lugar a dudas el titulo de NUESTRO. ¡ Ay los amigos!
En la cafetería, hablamos sin parar (como si haber compartido el fin de semana, no fuera suficiente). Mientras intentamos recordar las frases celebres del asado del viernes, se vienen a la mente más estupideces y volvemos a la risa, una vez más. Como si nos alimentáramos de eso, pero es solo una metáfora, porque en realidad sobre la mesa, lo que más había era envoltorios de productos Marinela.
Decidimos democráticamente quien va a clases y quien no. Me quedo. Las disidentes, seguimos con el ocio hasta que nuestras compañeras vuelven. Optamos por ir a almorzar a la una, ¿donde? Al casino "Los Patos". Somos geniales, de nueve personas sólo una de nosotras, tiene la beca del casino, y ¿qué hacemos los demás?...Igual vamos y compramos la comida. La amistad es más fuerte o como diríamos con la Pauly, hay que sacrificar humildad por comodidad.
Siempre es el mismo recorrido, desde nuestra facultad hasta el comedor. Pero ese día no. No me explico por qué tuve la genial idea de pedir que nos fuéramos por el otro camino. Ese otro camino, que me dejó como estoy ahora.
Septiembre. Todo sube: los precios, los volantines, el colesterol, el animo, los grados de alcohol, todo... menos yo. El único día del año donde hasta las piedras se elevan ¿qué hago yo? ME CAIGO!!!
No tengo a quien culpar, a quien reclamar y menos pedir una explicación, todo es simple... me fui al piso y perdí la respiración por unos segundos. Ahora entiendo cuando los pobladores se quejan porque las rejas de aguas lluvias están mal puestas. Una de estas inofensivas señoras de hierro, que están en casi todas las calles, fue la que ayudó a la gravedad a hacer su trabajo.
Recuerdo que llevaba en la mano mi bitácora y en la otra el lápiz, hasta ese momento seguía anotando idioteces, aunque ahora que lo pienso, todo empezó porque queríamos hacer una lista negra, tal vez esa fue mi mala suerte. Como dicen las abuelitas: "Por mala me pasó"
No recuerdo muchos detalles de la caída, pero es imposible olvidar el dolor que sentí cuando no podía hablar y apenas respiraba. De hecho aún me molesta hacer ambas cosas, pero lo estoy superando.
Así es la vida, ahora en reposo y según los médicos, con dolor por lo menos durante un mes. Es horrible, horrible, horrible.
Si no me creen, cuando tengan una costilla rota, hablamos.

Consecuencias

Positivas:

- La compañía, en ningún momento estuve sola, que lindas mis amigas (suena cursi pero es real).
- La risa. Hasta en los peores momentos me hicieron reír.
- Dos "Crónicas de Narnia",menos.
- Me salvé del test de Inglés

Negativas:
- Inmovilizada
- Dos costillas fisuradas
- Un moretón en la rodilla
- Otro en el pie.
- Las palmas de la mano rasmilladas
- Objetos personales destrozados
- Mucho, pero mucho dolor.

Agradecimientos:

Roma. Por cuidar mi mochila todo el tiempo que estuve moribunda y por mostrar las evidencias (mi espejito de hello kitty destrozado) cada vez que era necesario.
Pauly. Por acudir a la recepción del Virginio Gómez para que me atendieran más rápido y ayudarme a llegar hasta allá.
Franjis. Por estar conmigo en todo momento y darme tu apoyo moral, recordando que tu también te caíste una vez.
Estudiante anónimo. Por ayudar a ponerme de pie y llevarme a una banca hasta que me sintiera mejor. Sin saben algo de él, me avisan.
Don Salvador. El chofer de la Ambulancia de la Universidad, por llevarme al hospital no con una, ni con dos, sino con tres acompañantes.
Enfermera de la U. Por ser tan amorosa y aceptar que no quise una inyección para el dolor, porque tengo miedo a las agujas. Además de conseguir que me llevaran al hospital y finalmente por llenar el formulario del seguro escolar.
Doctora María Luz. Aunque en un principio parecía sacada de un capítulo de Scrub, fue super buena onda y se compadeció de mi dolor.
Alexa. Por avisarle a gritos a mi mamá donde estaba yo, en medio de un centenar de personas que esperaban atención en el hospital y que te miraban con cara de asombro.
Clau. Por buscar ayuda para que me atendieran de las primeras en el hospital. Grande Claudia!!!
Empleada del hospital. Por mover sus influencias en un recinto en paro y lograr que me atendieran en todos lados.
Mi Mami. Por llegar corriendo a verme, y no dejarme sola en ningún momento...
Alexa, Clau, Franjis, Pauly y Roma. Por tener la genial idea de fotografiarse junto a la "enfermita" a la salida del hospital. Y por sacrificar su sagrada hora de almuerzo a cambio de una estadía en la sala de espera.
*Natalia. Mención honrosa por preguntarme como estoy...(eso es nuevo ¿?).

Ese fué mi día de Inmovilizaciones. A todos los que se preocuparon por mí, muchas gracias. Y al que dijo que mi caída fue producto de andar corriendo en las manifestaciones...
¡¡¡Tápenlo con diario!!!.

PRINCESAS Y ENANOS

viernes

Interior, no hay luz. Subterraneo Facultad de Ciencias de la Comunicación.
Angela tiene miedo y Chema narra un cuento para distraerla...


Había una vez una princesa que vivía en un palacio muy grande
El día en que cumplía 13 años le hicieron una gran fiesta,
Con trapecistas, magos, payasos;
Pero la princesa se aburría
Entonces apareció un enano muy feo
Que daba brincos y hacia piruetas en el aire.
-"sigue saltando, por favor"
Dijo la princesa, pero el enano ya no podía más.
La princesa se puso triste y se largo a sus aposentos.
Al rato el enano se fue a buscarla,
Convencido de que ella se iría a vivir con él al bosque.
"ella no es feliz aquí "pensaba el enano.
"yo la cuidare y la haré reír siempre".
El enano recorrió el palacio buscando la habitación de la princesa,
Pero al llegar a uno de los salones vio algo horrible,
Ante él había un monstruo con ojos torcidos y sanguinolentos,
Con las manos peludas y los pies enormes.
El enano quiso morirse cuando se dio cuenta
Que era él mismo reflejado en un espejo.
En ese momento entro la princesa con su sequito.
"ah, estas ahí, que bien. Baila otra vez para mi, por favor"
Pero el enano estaba tirado en el suelo y no se movía.
El medico de la corte se acerco a él y le tomo el pulso.
"ya no bailará más para vos princesa"
¿por qué? Porque se le ha roto el corazón.
Y la princesa contesto:"de ahora en adelante,
Que todos los que vengan a palacio no tengan corazón"


Tesis. Amenabar 1996

The Virgin Suicides

jueves




Probablemente, Bonnie murió mientras estábamos en la sala… soñando con las carreteras.
Mary metió la cabeza en el horno poco tiempo después.
Therese se llenó de somníferos y murió antes de que llegáramos.
Lux fue la ultima en morir.
A ninguna de hijas les faltó amor, había mucho amor en nuestra casa
Nunca entendí por qué…

Después del suicidio múltiple el Sr. Y la Sra. Lisbon dejaron de intentar vivir una vida normal. Le pidieron al Sr. Hadley que empacara todo y vendiera todos los muebles posibles en una venta de garaje
El señor Lisbon puso la casa en venta, la compró una pareja joven de Boston y nosotros tomamos las fotos que tiraron a la basura.
Al final, teníamos las piezas del rompecabezas… pero sin importar como las uniéramos quedaban brechas.

Espacios vacíos, delineados por lo que las rodeaba… como países que no reconocíamos.
Lo que quedó de ellas no fue vida…sino la lista más trivial de hechos mundanos:

Un reloj haciendo tic tac en la pared…
Un cuarto sombrío al mediodía… la atrocidad de un ser humano pensando sólo en sí mismo

Comenzamos el imposible proceso de tratar de olvidarlas


La primera en morir fue Cecilia…

Al peor de los males, el mejor de los alivios.

lunes

Fatídica semana la que acaba de terminar, paro en la u, trabajos por montones, discusiones, miles de planes esfumados, lluvias (sin paraguas), talonario vacío, Internet en mantención, celular sin batería, dos copas ajenas quebradas, fotocopias impagas, insomnio, reportes que nunca se publican, lacrimógenas lejanas pero odiosas, más discusiones, amigos distantes, mi doc dejó de atender por fonasa, goteras, Oblita y sus mañas, libros, libros y mas libros por leer.
Grrrrr, todo mal, en realidad no todo... a mediado de semana partimos a darle buen uso a la increíble cantidad de vales que le quedaban a
Francisco, aún no entiendo como lo hace para llegar a fin de mes con tantos!... en fin, lo bueno del viaje es que pude finalmente comprar lo que tanto quería, “La vida secreta de las palabras” el último libro de Isabel Coixet, no es de gran interés para algunos pero sí una chocheria para mí, ups!. Ya casi lo termino, entre los textos de política, los de la señora Moreno y el horrible trabajo de fotografía, hago un poco de tiempo para leerlo, no me arrepiento de la inversión y creo que nunca lo haré!!!

Tengo todas las ganas en que esta será, si no una gran semana, una por lo menos más optimista que las anteriores, partiendo porque ya no quiero que mi pequeño Sam siga pasando frío, así que me lo llevo a casa sí o sí. Estoy encaminada a terminar la mayoría de mis tediosos trabajos y estudiar para lo que viene, del paro, ni hablar, todo menos descansar, porque con clases o sin clases la vida continúa... aunque mi apoyo “condicional” a los secundarios, sigue en pie!
Parece que estoy cambiando la opinión que tenía al principio, sobre la pésima semana, no puedo ser tan desagradecida, después de todo terminé el domingo comiendo unos ricos camarones y... Sí Francis, tienen ojos y qué!!! Cuando los probé me acordé de Bubba, el dueño de Bubba Gump, y “muy mejor amigo de
Forrest”, me acordé de ellos y su conversación cuando limpian fusiles, mientras enumeran la cantidad de formas de prepararlos... Bubba dice algo así:

El camarón es el fruto del mar, se puede hacer; a las brasas, hervidos, fritos, a la plancha, con ajo, hay brochetas de camarones, camarones criollos, caldo de camarones, camarones empanizados, rebozados, sofritos, camarones a la pimienta, camarones al limón, camarones con pasta, camarones calapeños, sopa de camarones, camarones con papas, hamburguesas de camarones, sándwich de camarón... mmm, creo que eso es todo.


Al fin y al cabo tonto es que dice tonterías, ¿o no?...


Es todo lo que tengo que decir sobre la guerra de Vietnam!